viernes, 6 de febrero de 2015

Petrarca

Francesco Petrarca vivió, respetado y reconocido por los hombres de su tiempo, en la Italia del siglo XIV, pocas décadas antes de que la revolución humanista se apoderara de la sociedad italiana. Aquella revolución, el Renacimiento, que puso el ser humano en el centro del universo y cambió la historia del mundo occidental, tiene un antecedente fundamental en la obra de Petrarca. El poeta y pensador italiano rescató y difundió con un trabajo incansable los grandes autores clásicos. Y, a su vez, escribió páginas que se convirtieron pronto en clásicas. Siete siglos después de su nacimiento, el mundo de la cultura celebra el hombre y reflexiona sobre su obra, con conferencias, exposiciones y conciertos.
Petrarca cantó su amor por Laura, y el dolor por su muerte, a causa, probablemente, de la misma epidemia de peste que constituye el marco narrativo del Decameron de Boccaccio (de quien Petrarca fue amigo y maestro). Aquel canto es una lección inolvidable. Pero su amor -y la lección- más grande fue, quizás, el deseo de conocimiento: el amor visceral por los libros que buscó, estudió y coleccionó hasta el día de su muerte.Por eso Petrarca no es sólo un poeta italiano. El Renacimiento, la espectacular revolución intelectual que puso al ser humano en el centro del universo, es uno de los pilares sobre los que se fundan las sociedades occidentales. No sorprende entonces que celebren su obra las universidades de todo el mundo (París, Los Ángeles, Calcuta y Barcelona, entre otras).
El coraje de la independencia y la duda permanente ponen a Petrarca en el eje que parte de Grecia, pasa por Italia y se desarrolla en Francia: Platón, Miguel Ángel y Rousseau, como un anillo de conjunción, como una vértebra del meollo europeo. Pero su universalidad tiene también una raíz puramente poética. Su amor por Laura, cristalizado en elCanzoniere -su gran obra lírica-, produce movimientos de emoción en los lectores, a pesar del tiempo que nos separa de su origen, que, junto a la obra de Dante, han convertido en fina arena la roca del italiano vulgar.

Vía: http://elpais.com/diario/2004/07/25/cultura/1090706402_850215.html

1 comentario:

  1. Hola María, muy buen argumento sobre Petrarca. Me ha servido mucho para poder redactar la información que he puesto en mi blog. Saludos.

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